Mantiene una gran sinagoga en Caracas y cuenta con unas 800 familias entre sus miembros.
Una pandilla armada compuesta por 15 hombres no identificados irrumpió en la sinagoga, ató y amordazó a los guardias de seguridad y ocupó el edificio durante varias horas.
Grafitis antisemitas y consignas contra el Estado de Israel fueron pintadas en las paredes.
El edificio de la sinagoga y el arca sagrada fueron saqueados.
El ministro de información, Jesse Chacón, también condenó el ataque y negó que este tuviera ninguna conexión con el gobierno.