El término municipal está atravesado por la Autovía Mudéjar (A-23), que une Zaragoza con Teruel, y por la carretera N-234, que discurre paralela a la anterior compartiendo trayecto con la N-330, además de por carreteras locales que permiten la comunicación con Monterde de Albarracín, Santa Eulalia del Campo, Celadas y Gea de Albarracín.
En Cella existen hábitats formados por los canales, las lagunillas, los prados húmedos, los carrizales y las choperas.
Pegado a la Laguna, en la Vega del Río Cella, se encuentra el Yacimiento Celtíbero del Cerrito, ubicado en una de las orillas de la antigua Laguna del Cañizar, y que contaba con embarcadero propio, horno para cerámica, murallas, viviendas y todo lo necesario en un núcleo de población importante para aquella época.
[4] Los primeros vestigios documentados mediante restos arqueológicos de actividad humana en Cella, se remontan al Imperio romano cuando era conocida como Urbiaca,[5] con la apertura de un acueducto desde la actual Albarracín hasta Cella para traer el agua del río Guadalaviar, en lo que seguramente sea uno de los primeros trasvases entre cuencas hidrográficas, al ser de la del Turia a la del Ebro.
[6] Es bastante probable que funcionara como un ḥiṣn o cabeza de un distrito rural.
Es en Cella donde, según el Cantar, el Cid espera a los refuerzos necesarios para la conquista de Valencia.
[7] Fue probablemente una de los bastiones sur que controlaban la ruta entre Valencia y Zaragoza en la extremadura aragonesa a principios del siglo XII.
La localidad podría haber sido perdida por los cristianos en la crisis que siguió a la muerte sin herederos de Alfonso I.
En 1177 el obispo Pedro Tarroja concede licencia a los templarios para la construcción de una población y se establecen en el castillo.
De ese tiempo es la construcción del pozo artesiano, que deja en desuso el acueducto romano.
En el siglo XVI se edifica la casa consistorial de Cella, en las cercanías del antiguo castillo.
Además el pueblo cuenta con una parada de bus, que le permite comunicarse con Teruel y con Zaragoza.
La fuente es el origen de tres acequias que riegan siete pueblos.
Los pueblos que aprovechan estas aguas para el regadío son Cella, Villarquemado, Santa Eulalia, Torremocha, Torrelacárcel, Alba y Villafranca.
El regadío está escrupulosamente regulado por las Reales Ordenanzas y Providencias de 1772.
Todos los vecinos de la localidad se desplazan al monte del Calvario (a unos 6 km del pueblo) para celebrar un día festivo en compañía de amigos y familiares.
Actualmente todavía se celebra una misa en el monte, aunque el carácter de la fiesta ha evolucionado pasando a ser predominantemente lúdico-festivo.