Acueducto romano de Albarracín-Cella

[5]​[6]​ Si atendemos a la época en la que se produjo la romanización de la península ibérica, se puede afirmar que el acueducto de Albarracín-Cella data del siglo I d. C.[1]​ Se tenía constancia de la existencia de esta obra hidráulica por referencias documentales y literarias, como aparecer en el Poema del mío Cid como “Celfa, la del canal”, o las referencias que realizan de la obra autores como Ceán Bermúdez en su obra Sumario de las antigüedades romanas que hay en España, en especial las pertenecientes a las Bellas Artes (Madrid, 1832) que se editó póstumamente; o Federico Andrés en 1897.[3]​[4]​ En 1981 Eustaquio Castellano Zapater incorpora el acueducto a la bibliografía científica en su estudio “Un acueducto romano en la provincia de Teruel (Albarracín - Gea - Cella)”, publicado en Teruel, en la Revista del Instituto de Estudios Turolenses, ISSN 0210-3524, N.º 66, 1981, págs.La desaparición del profesor Almagro supuso la paralización de las excavaciones hasta el año 1997, momento en el que los arqueólogos Jaime Vicente y Beatriz Ezquerra, del Museo de Teruel, reinician el estudio,[3]​ al tiempo que se procede a iniciar el proceso para la declaración del monumento como Bien de Interés Cultural en 2000.[1]​ A continuación, se indican los tramos visitables del Acueducto del que no se sabe a ciencia cierta el total de su trazado, ya que presenta una deficiente conservación, e incluso hay tramos totalmente desaparecidos.Si bien Martín Almagro defendió en su momento un primer trazado por la margen derecha del río hasta el entorno de Santa Croche, los últimos estudios invalidan esta opción.También se pueden apreciar en los tramos las obras que se realizaban pozos para dar ventilación e iluminación a las galerías, así como para entrada de los trabajadores o para el desescombro de residuos.Estas galerías excavadas en la roca fueron utilizadas por pastores, agricultores y animales, tras su desuso como acueducto.Discurre junto a la carretera y constituye la parte más conocida del mismo.La obra continúa a cielo abierto hasta adentrarse en las primeras casas de Gea, donde desaparece.Lo curioso del trazado es que en vez de utilizar arcos para salvar el barranco, los constructores mantuvieron la cota de nivel e inclinación y continuaron la curva del barranco excavando en la roca.Tiene forma cuadrangular o rectangular y dimensiones variables (de 8 a 40 metros cuadrados).[3]​ Las Hoyas indican la dirección final del acueducto y su estudio permitirá resolver el trazado referente al desagüe del canal y su distribución en Los Llanos de Cella.y de las visitas al Acueducto es desarrollada desde 2012 por Acrótera Gestión del Patrimonio.
Desde dentro del acueducto en el Barranco de los Burros
Centro de interpretación