El estudio químico fue hecha por Martin Heinrich Klaproth en 1797, pero la celestina solamente fue descrita y nombrada por Abraham Gottlob Werner en el año siguiente en 1798.
El nombre fue inspirado por el latín coelestis o caelestis: 'celeste', es decir azul en referencia al color de su primeras muestras.
Los principales productores de celestina son España, China (que se alternan en el primer puesto según los años) y México.
La producción mexicana se obtiene fundamentalmente en San Pedro de las Colonias, Coahuila.
Se caracteriza por presentar a veces cristales finos como agujas y muy brillantes.