Celephaïs

Perdidas sus tierras y fortuna, prefiere vivir en un mundo onírico donde se hace llamar Kuranes.Pero lo hace sabiendo que la ciudad es Celephaïs, en el valle de Ooth-Nargai, más allá de las colinas Tanarias, visitada cuarenta años atrás en un sueño infantil, interrumpido cuando iba a embarcar en una galera dorada rumbo a esas regiones donde el mar se reúne con el cielo.Los mercaderes y camelleros le saludan como si nunca se hubiese ido, así como los sacerdotes del templo de turquesa de Nath-Horthath, que le dicen que allí no existe el tiempo, sino sólo juventud eterna.Encuentra al capitán Athib, el mismo que le había prometido años atrás enrolarlo en su galera.En las noches siguientes, visita otros mundos maravillosos, pero no logra retomar el sueño interrumpido.