Fue construida entre 1475 y 1479 por el arquitecto italiano Aristóteles Fioravanti invitado por Iván III de Rusia.
La fachada sur, oeste y norte del templo aparecen adornados a media altura con una faja de columnitas que componen una arcada.
Las entradas a la catedral son portadas que penetran en el espesor de la pared.
En 1514, según consta en los anales, la catedral fue embellecida con frescos pincelados por los mejores inspiradores pictóricos de la vieja Moscovia.
A comienzos del siglo XX se hizo una limpieza parcial de los frescos.
Allí tenían lugar todas las ceremonias solemnes y se hacían públicas las disposiciones del Estado.
Es que en los tiempos antiguos los iconostasios de madera no existían, solo había paredes cubiertas con frescos.
Tradicionalmente la pared occidental del templo ortodoxo se pinta con fragmentos del Juicio Final: Jesucristo con la balanza juzgando a la gente; Juan el Bautista y la Virgen que ruegan al Cristo que él nos perdone; la multitud de la gente por ambos lados; el Dragón -el símbolo del pecado- tiene anillos con inscripciones de todos los pecados.
A veces en la tercera fila se colocan los iconos que nos relatan toda la vida humana del Señor y representan las fiestas religiosas más importantes.
En la última y quinta fila se colocan los iconos más importantes para la iglesia ortodoxa.
Además, también en la quinta fila se ubican los iconos regalados por otros monasterios e iglesias.