La zona norte del edificio fue prolongado eliminando el ábside y creando una nueva alineación con el resto de la construcción.
Esta nueva parte fue construida siguiendo el estilo gótico, con arcadas ojivales y fachada propia con una puerta cegada.
A finales del siglo XV, se construyó el tímpano gótico triangular que preside la puerta principal.
En el siglo XVIII, bajo el mandato del obispo Tommasio Alessio di Rossi, el templo fue ampliamente modificado de nuevo para adaptarlo al estilo barroco.
Al mismo tiempo, se derribaron los numerosos edificios adosados a la Catedral y el arco que la unía con el obispado teramano.