Catavinos

Originalmente hechos de cerámica (como diversos vasos de la Grecia y Roma antiguas) y madera (en la Edad Media), tomaron su forma más específica y representativa a partir del siglo xvi, fabricados en metal o vidrio.

[2]​ Algunas fuentes sitúan los primeros catavinos oficiales en las bodegas de la Borgoña del siglo xviii, fabricados en plata «para reflejar mejor la luz con la ayuda de una vela y así poder comprobar el color y la claridad del vino».

En Francia, el catavinos fue ‘institucionalizado’ por la Cofradía de los Caballeros del Catavinos (Confrérie des Chevaliers du Tastevin), donde al parecer se originó su nombre en francés.

Por lo general está fabricado en estaño, plata, alpaca, peltre u otros metales que no transmiten olores ni sabores y, con ello, se garantiza la inalterabilidad de las características del vino.

Su ornamentación puede ser muy sencilla, con escasos relieves o incluso llegar a constituir símbolos de grado en la especialización profesional, por los adornos de piedras semipreciosas engastadas o antiguas medallas y monedas.

Catavinos plateado de principios del siglo xx .