Catalina entonces contrajo matrimonio con el viudo de su hermana, con quien tuvo otros dos hijos varones.
Pagaron solo 800 000 maravedíes, una cantidad muy baja porque diez años después el terreno se tasó en un precio cinco veces superior.
Unos meses después Catalina de Ribera se hizo con una finca colindante por un procedimiento similar y en 1487 pudo redondear la propiedad con una tercera compra, tras ser ejecutada la propietaria del terreno, también judeoconversa.
Viuda desde 1492, obtuvo una bula pontificia que le permitía erigir en Sevilla un hospital de caridad para pobres, y en 1500 fundó con su hijo Fadrique el Hospital de las Cinco Llagas.
Su emplazamiento original, en la calle Santiago, resultó insalubre, por lo que en 1540 se decidió trasladarlo.