Dentro del patio interior había un gran salón, cocinas y los aposentos privados, así como una capilla.
Su propósito era permitir que pudiesen llegar provisiones y tropas al castillo incluso durante un asedio.
La historia de Rhuddlan va mucho más atrás que la fortaleza construida por Eduardo I.
Anteriormente a la ocupación normanda del bajo Gwynedd, Rhuddlan era el corazón de un ‘’cantref’’ (comarca) galés.
Isabel, la octava hija de Eduardo I, nación en Rhuddlan en 1282, mismo año en el que terminó la construcción del castillo.
En 140 fue otra vez atacado por las fuerzas de Owain Glyndwr; en esta ocasión el pueblo fue seriamente dañado pero el castillo aguantó.
Sin embargo el castillo de Rhuddlan fue utilizado otra vez por las tropas realistas durante la Revolución inglesa.