Cabe destacar que este castillo tenía un papel de fortaleza, no una función residencial o de vivienda permanente.
Este castillo estaba hecho de piedras calizas medianas, más o menos talladas y unidas por mortero de cal y arena.
Se cre que en el siglo XV ya estaba bastante dañado.
Muchos siglos antes de la construcción del castillo, el lugar había sido ocupado por un asentamiento ibérico que ha dejado numerosos vestigios, datables a partir del siglo IV a. C., población que tuvo continuidad en época romana.
Probablemente, la mayor parte de la piedra de este antiguo asentamiento debió ser utilizada para la edificación del castillo medieval, que se encuentra documentado desde mediados del siglo XI, cuando Umbert Odón y su esposa Sicardi, señores del Montseny, juraban fidelidad al conde Ramón Berenguer I por los castillos de Montpalau y Gironella.