El castillo y todo el valle se asocian a la histórica familia aristocrática de los Mediona.
El topónimo «Mediona» aparece documentado en el año 954 y el castillo, en el año 1011, en una donación a San Cugat del Vallés de unos alodios y un molino situados cerca del río de Bitlles.
Durante el siglo XII la señoría eminente del castillo pasó a los Cabrera; los Mediona conservaron la castellanía.
El vallado rectangular fue ampliado en una época temprana hacia levante y siguiendo toda la cima de la colina.
Algunas de estas fortificaciones son hechas con un aparato que recuerda al «opus spicatum» y se datarían del siglo X.
En el siglo XV se edificó una torre cuadrada con al menos dos pisos superiores datada por los materiales cerámicos hallados en la excavación.