En el año 1023 el obispo Abad Oliba enfeudó la fortaleza al levita Guillem d'Oló, o de Mediona, que repobló definitivamente el término, restauró el castillo y acabó la iglesia o bien en construyó una nueva.
El 1034 Guillem de Mediona murió luchando contra los sarracenos y al año siguiente la iglesia, con funciones parroquiales, fue consagrada por el obispo Oliba.
Posteriormente, los obispos enfeudaron el castillo a la familia vizcondal de Cardona, pero los castellanos continuaban siendo los Montbui.
El año 1614 la iglesia del pueblo fue erigida en parroquia, y Santa Maria pasó a ser sufragánea, hasta que en 1828 se convirtió en santuario.
El interior del castillo, modificado por las restauraciones, se organiza a partir de una planta baja, desdoblada en un recibidor y una sala que está cubierta por una bóveda de medio punto, con una apertura al centro.
Estas puertas, situadas al este, y las ventanas distribuidas en cada fachada terminan en un arco de medio punto.