Se enclava en el centro de una finca arbolada, en un paraje aislado aunque no muy lejos de Bilbao y próximo a poblaciones como Sopelana, Urdúliz, Plencia, Munguía, Maruri y Lauquíniz.
Su aspecto actual responde a una profunda remodelación efectuada en el siglo XIX por el marqués de Cubas.
[1] El edificio está situado en un parque con especies autóctonas y exóticas, que hoy se encuentra abandonado.
Fue adaptado por un tiempo como establecimiento hostelero con espectáculos de ambientación medieval, resultando posteriormente embargado y sacado a subasta.
Desde 2005 el castillo fue propiedad del grupo empresarial Inbisa, hasta que en diciembre de 2021 fue vendido.