Castelldefels

Perteneciente a la comarca del Bajo Llobregat, tiene una población de 69 450 habitantes (INE 2024).

[7]​ Los barrios que componen Castelldefels son los siguientes: Baixador, Bellamar, Camí Ral, Can Bou, Can Roca, Can Vinader, Els Canyars, El Castell - Poble Vell, Centre, Les Botigues, Granvia Mar, Lluminetes, Mar-i-sol, Montemar, Muntanyeta, La Pineda, El Poal, Vista Alegre y la Zona Universitaria.

Un hallazgo más cercano es la mandíbula de la Cova del Gegant (Sitges) que tiene entre 100 000 y 40 000 años, recuperada en 1952, pero no identificada como perteneciente al Homo neanderthalensis hasta 2001.

Dos son los yacimientos importantes: conocida desde tiempo inmemorial es la Cova Fumada, situada en el límite entre Castelldefels y Les Botigues, cavidad explorada por su propietario al inicio de los años 1960, donde se han encontrado restos animales y se ha podido confirmar que había sido habitada diversas veces por grupos humanos desde el Paleolítico Medio (100000-30000 a. C.).

Las excavaciones realizadas entre 1989-1995 en la colina del Castillo muestran dos etapas de construcciones ibéricas entre los siglos iii y ii a. C., a pesar de que se han encontrado cerámicas que indicarían la ocupación desde el siglo IV, coincidiendo con la datación del poblado ibérico de la colina del Calamot (Gavá).

Este poblado posiblemente controlaba una pequeña rada situada al pie de la colina.

Los ocupantes de estos asentamientos eran íberos layetanos, establecidos desde el Maresme hasta una parte del Bajo Llobregat.

La actividad de este puerto decayó desde el siglo II d. C. y así continuó hasta la caída del Imperio romano en el siglo V d. C. La causa pueden ser que las nuevas tierras aportadas por el Llobregat dificultaran la navegación o la crisis del estado romano que llevó a una ruralización de la economía y la sociedad.

Esta tendencia última llevó al abandono de las villas en el Bajo Llobregat y el retorno a las cuevas.

En 415 el rey visigodo Ataúlfo pasó los Pirineos y se estableció en Barcelona, pero su hermano Walia probó primero establecerse en África (416) y después (418) firmó un tratado con Roma por el que ponía sus tropas al servicio del Imperio a cambio del reconocimiento de la posesión de tierras en Aquitania, constituyéndose el reino visigodo de Tolosa (418-507).

Fue entonces cuando Barcelona se convirtió en capital del reino visigodo (511-517 y 531-549), antes de su establecimiento definitivo en Toledo (hacia 554-711).

El estado visigótico tenía importantes deficiencias, debilidad aumentada por las luchas internas, una economía poco estructurada que no permitía disponer de un ejército poderoso ni una administración permanente.

Su control sobre el territorio que aquí nos interesa no llegó a la centuria, pero nos ha llegado su huella en la toponimia: Garraf, Almafar (nombre del actual San Clemente de Llobregat), Alcalá (nombre de San Baudilio de Llobregat entre los siglos vii y xii), Calamot (en Gavá), Jafre (en Sitges), Rafaguera (en Castelldefels) y, posiblemente, Begas.

El primer castillo que se menciona al sur del río Llobregat es el de Cervelló, documentado a partir de 904, que controlaba el acceso al paso del Ordal.

El nombre de Félix, en la Edad Media, fue utilizado popularmente como Feles (Fels en Cataluña).

Playa de Castelldefels
Iglesia de Santa María
Castillo