Finalmente, la corte de Arbitraje Permanente de La Haya, presidida por el francés Louis Renault (Premio Nobel 1907), resolvió que se pagase la deuda a Napoleón y Carlos Canevaro.
Poco después de ello falleció Giuseppe Canevaro, y luego en el año 1900 murió también su hijo mayor José Francisco por lo cual la compañía comercial Canevaro & Sons se disolvió.
Los tres tenedores de bonos pidieron entonces ayuda al gobierno italiano para que los apoyase diplomáticamente en sus reclamos contra el gobierno peruano respecto de la deuda aún no pagada pore éste, dirigiéndose a los tribunales peruanos con ese fin.
Y con respecto a la nacionalidad determinó que Perú tenía derecho de considerar a Canevaro como ciudadano peruano y rechazó el pedido de Italia para otorgarle protección diplomática.
Puesto que Canevaro nació en Perú, ejerció derechos políticos en Perú, sus negocios estaban en Perú; por tanto, tenía nexos estrechos con ese país que sumados hicieron que el tribunal arbitral se pronunciara a favor de atribuirle la nacionalidad peruana con preferencia a la italiana.