En dicha área fueron encontrados murales de alto valor aún conservados y dos esculturas que resguardaban el acceso a esta zona del edificio, dos enormes esculturas de Mictlantecuhtli, mismas que se conservan expuestas en el Museo del Templo Mayor.
Dichas esculturas, localizadas por un equipo dirigido por Leonardo López Luján, estuvieron a punto de ser destruidas por obras subsecuentes tanto coloniales como modernas.
[5] Asimismo se localizaron en esta área una vasija Tláloc y una escultura de Huehuetéotl.
Lo descubierto y que permanece visible al público son los basamentos de aproximadamente la mitad del edificio, el resto permanece cubierto por la calle Justo Sierra y las instalaciones de la librería Porrúa.
[3] La arqueología ha localizado tres etapas constructivas, siendo la última la que menos restos preserva al ser destruidos tras la Conquista de México.
[6] Su descubrimiento se realizó gracias a técnicas de sondeo geofísico, revelando información confiable sobre su estructura.
[3] Corresponde a aproximadamente 1470, es la etapa más visible en la actual zona arqueológica[3] y fue hecha bajo el gobierno de Axayácatl.