Se accedía a través de un pasillo inclinado, que conserva el mosaico original del suelo, con teselas negras dispuestas en un patrón regular sobre un fondo de teselas blancas.Los muros eran más antiguos, como lo demuestra el desprendimiento que resalta los pasajes rellenados a propósito para disponer de toda la muralla: están en aparejo reticulado no demasiado regular, datados al 75 a. C.-50 a. C..A los lados hay otras dos puertas pintadas y abiertas, donde en el centro se ve una compleja ciudad con arquitectura en perspectiva, no exenta de incoherencias y poblada por varios pequeños personajes (el de la derecha está perdido).A media altura hay pequeñas pinturas con escenas de género, mientras que toda la superficie está poblada por diversos elementos decorativos menores: esfinges, figuras aladas, racimos y candelabros.La pared opuesta a la entrada tenía en su centro una pintura con Polifemo y Galatea, bien conservada en el momento del descubrimiento, pero que ahora ha desaparecido casi por completo.En todas estas estancias se conservan restos del suelo en mosaicos blancos y negros más bien sencillos.
Plano de la Casa de Livia
Frescos del
tablinum
de la Casa de Livia, datados a los años 30 a. C.