Las obras costaron 600.000 pesetas, por aquel entonces la plaza no era la del Ayuntamiento, sino que se llamaba Pi y Margall.
Entre 1959 y 1964 se erigieron en honor de Franco en las ciudades de Madrid, Barcelona, Valencia, Ferrol y Santander un conjunto de estatuas ecuestres que le presentaban en plenitud vital, en un momento en que el deterioro físico asociado a la vejez comenzaba a evidenciarse.
La estatua ecuestre de Francisco Franco que estuvo expuesta en Santander fue realizada por el escultor José Capuz Mamano (Valencia, 1884-Madrid, 1964) en el año 1964.
El material usado para la estatua es el bronce y la medida utilizada es mayor que el natural.
Tras su retirada, la estatua de Franco se trasladó al almacén municipal.