Desde el 2008, la casona funciona como centro cultural de la Pontificia Universidad Católica del Perú y un espacio permanente para la memoria de Bernardo O'Higgins.
A partir de 1897, la casona funcionó como el primer local del Banco Internacional del Perú, y fue luego ocupada por el reconocido restaurante Astoria durante la década de 1920.
Tras permanecer por años en un estado de deterioro natural al paso del tiempo, actualmente la casona se conserva como una casa museo restaurada y abierta al público desde 2008.
Para ello, contó con el financiamiento del Ejército de Chile en un comienzo, para luego recibir aportes del gobierno chileno a través de fondos culturales de la Cancillería a través de un convenio con la Pontificia Universidad Católica del Perú.
[2] Es administrada por la Pontificia Universidad Católica del Perú.