[4] Sobre ella figura el que es considerado como escudo heráldico más antiguo de la ciudad.D.P.C.M., de evidentes resonancias romanas y muy al gusto Renacentista, que ha sido traducida[13] como: Durante el siglo XVIII apenas existen acontecimientos extraordinarios que alteren su normal funcionamiento.En la ciudad es donde se concentraron el Convoy real y las tropas francesas que venían desde Madrid por caminos separados.[20] La intención del Rey, desde su Cuartel General en Villarrobledo, era recomponer sus ejércitos: El propio José Bonaparte, en sus memorias,[21] rememora su estancia en la Villa.Aunque pernoctaba en la cercana Casa del Curato o de Blas Domínguez (hoy desaparecida y edificado en su solar un espantoso bloque de viviendas), los asuntos reales se debieron despachar desde un Ayuntamiento villarrobletano convertido en Corte por tres días.En su partida, el Ejército y el Convoy Real, hicieron gran acopio de víveres, esquilmando nuevamente una ciudad que desde 1809, por la fuerza o de buen grado, estuvo manteniendo a ambos contendientes.[23] En 1861 se acomete otra obra para acotar dependencias para Juntas Periciales, resultando de ello el cegado del arco inferior situado más a la derecha de la arcada Renacentista.[23] Como se puede ver en muchas fotografías posteriores, esta antiéstetica remodelación persistió hasta bien entrado el siglo XX.El resultado del ataque fue un incendio que destruyó las Oficinas de Consumo y otras dependencias.