Estas medidas, concordantes con las de la Asamblea del año XIII, enfrentaron fuertemente a su gobierno con la Iglesia católica.Al mes siguiente, el sargento Borja Flandes preparó un motín; pero descubierto antes de estallar, fue juzgado y fusilado, sin que este hecho alcanzase a conjurar el mal que ya había tomado muy alarmantes proporciones.El 6 de julio, la ley fue sancionada y se promulgó el día 13 del mismo mes.Los sediciosos enarbolaron una bandera blanca con una cruz negra y la leyenda "Religión o muerte" a modo de emblema, e hicieron conocer la siguiente proclama: Al día siguiente se produjeron algunas escaramuzas con los defensores del gobierno, pero luego de algunos combates con muertos y heridos estos últimos se replegaron a Concepción, donde fueron nuevamente atacados, lo que motivó que se trasladaran a Villa Salvador en la localidad de Angaco.El mismo día 27 se reunió parte del vecindario en la capilla de San Clemente contigua al cuartel, y proclamó gobernador a Plácido Fernández Maradona, uno de los ideólogos del movimiento subversivo.Aceptada la renuncia, el diputado Ruperto Godoy propone que se deje de lado el mecanismo electoral y se designe por seis meses un gobernador, el que gozará de facultades extraordinarias durante tres meses.Apoyada por unanimidad, la iniciativa se transforma en ley y resulta elegido José Navarro, presidente de la sala en ese momento.Enterado Facundo Quiroga de lo resuelto lo remitió inmediatamente a San Juan.