Esta primera confederación creció a través de muchas anexiones y alianzas hasta formar la moderna Suiza.
Los signatarios recibieron el nombre de conspirati o coniurati, traducido tradicionalmente en alemán como "Eidgenossen".
Los autores del texto no tenían intención de fundar un Estado, pues "cada uno sigue estando sujeto a su señor, como debe ser".
También preveía que en caso de surgir un conflicto entre comunidades, "los Confederados más sabios deben intervenir como mediadores para solucionar las diferencias".
El documento no está, por tanto, relacionado con la emergencia del moderno estado federal, como se había sugerido antes de la datación.