[1] La parte exterior del cartílago, llamada pericondrio, es la encargada de brindar el soporte vital a los condrocitos.
A menudo las células contienen glucógeno y no con poca frecuencia también inclusiones lipídicas, en parte grandes.
El cartílago hialino se encuentra cubierto externamente por una membrana fibrosa llamada pericondrio, excepto en los extremos articulares de los huesos y también donde se encuentra directamente debajo de la piel, es decir, las orejas y la nariz.
Las células se encuentran en las cavidades de la matriz, llamada lagunas del cartílago; en torno a estas la matriz está dispuesta en líneas concéntricas, como si se hubiera formado en porciones sucesivas alrededor de las células del cartílago.
Se encuentra en el esqueleto nasal, la laringe, la tráquea, los bronquios, los arcos costales (costillas) y los extremos articulares de los huesos.
Estos agregados constituyen la mayor parte del cartílago y le imparten su consistencia cartilaginosa.
En la forma de cartílago articular este material singular puede soportar todo el peso del cuerpo.
Un vínculo importante entre la matriz y las células cartilaginosas es la condronectina presente en la membrana de los condrocitos, una proteína semejante a la fibronectina.
La región capsular con frecuencia posee una capa pericelular con función protectora especial contra la compresión y la tracción.