[2] En aquel tiempo, De Pedro conoció al líder comunista navarro Jesús Monzón que se convirtió en su compañero sentimental y junto al que se encargó de la organización del partido en Francia.
Durante su mandato, se buscó incrementar el número de militantes dentro del republicanismo español, se sentaron las bases para crear una resistencia armada en España y con el impulso de Jesús Monzón, se creó la organización antifranquista Unión Nacional Española, que pretendía dar cabida a un amplio abanico de las fuerzas políticas españolas, incluidos sectores de la Falange, para combatir el franquismo desde el interior.
[6] Aprovecharon la estancia para facilitar las comunicaciones, entrevistarse con la oposición monárquica, potenciar internacionalmente el movimiento y conseguir recursos económicos.
[7] Se produjo entonces la ruptura de la relación sentimental, aunque continuaron teniendo contacto político.
Cuando el sur de Francia fue liberado del dominio nazi, se instaló en Toulouse donde conoció a Agustín Zoroa con quien acabó casándose.
[11] Algunas fueron relevadas de sus puestos de responsabilidad o expulsadas del partido, pero las medidas que se aplicaron a De Pedro fueron mucho más severas que las aplicadas a quienes no habían tenido una relación tan estrecha con él y sus interrogatorios fueron más duros.
Ella reconoció que se había convertido en un instrumento de Monzón, que había hecho daño al partido y acabó firmando una autoconfesión al gusto de Carrillo.
[12] Su historia, junto a otras, está recogida por Almudena Grandes en la novela de 2013, Inés y la alegría.