[2][5] Su obra, atemporal, busca el orden y la armonía presentes en el carácter de la escultora.
Empleó el relieve en retratos y figuras aisladas a las que aplicó de forma sutil policromía.
Perdió a sus padres cuando tenía once años, por lo que sus tíos la internaron en el colegio Riquelme.
[2][5] Tras su jubilación continuó enseñando como catedrática emérita impartiendo cursos de doctorado.
[8] Su estilo estuvo enmarcado en el Clasicismo Mediterráneo, a la que también pertenecieron Arístides Maillol y Antoine Bourdelle, referentes de la nueva corriente escultórica que abandona las líneas clasicistas francesas.
Fue enterrada en el cementerio de San José en Granada junto a Antonio Cano, su marido.