Carlos del Amor

Durante un año hizo un paréntesis para trabajar en Reporteros, donde aprendió diversas y nuevas formas de técnicas narrativas.

), Joan Manuel Serrat, Woody Allen, David Trueba, Pedro Almodóvar, etc.

Espacios, oficios, accidentes, coincidencias e interacciones son los ejes transversales en los que distribuye los detalles de estas vidas.

Nos presenta a personas como Eusebio o Marta y refleja el poder simbólico y emocional de objetos cotidianos como las cartas que tardan 53 años en llegar a su buzón, los patitos de goma o las fotografías.

Agazapadas en estas historias hay sitio para las familias, las pasiones frustradas, los sueños por cumplir, los recuerdos y los protagonistas mundanos.

La vida a veces es muy poco, pero tan intensa…[8]​ El estilo que utiliza en este libro es sencillo, ágil, con algún destello poético y haciendo gala de sus dotes informativas como cuando en televisión nos habla de cultura.