En 1896 fundó un pueblo en una porción de sus terrenos, y lo llamó Intendente Alvear en homenaje a su padre, fallecido en 1890.
[2] En cuanto a la política, fue Diplomático, Ministro Argentino en Bélgica y Cónsul General en Lima.
También cabe destacar la importancia que le dio Alvear a la confección de plan urbano para la ciudad, ya que la expansión metropolitana se venía intensificando desde principios del siglo XX sin ningún tipo de debate urbanístico.
Hasta ese entonces, los debates técnicos solo se limitaban a resolver los problemas de los sectores tradicionales.
Esta posición se observa en numerosos planos de alternativas para las diagonales proyectadas en la zona céntrica.