Durante el periodo de la Segunda República llegó a ocupar diversos puestos como jefe del Estado Mayor Central del Ejército o varias veces ministro de la guerra.
[6] A pesar de ser jefe del Estado Mayor Central, no tuvo ningún rol durante la insurrección de Asturias debido a la desconfianza que un republicano sincero como Masquelet inspiraba en el gobierno radical-conservador.
[7] En su lugar, el ministro de la guerra Diego Hidalgo autorizó al general Francisco Franco que tomase el mando del Estado Mayor Central.
[10][11] Una vez iniciada la Guerra civil se mantuvo fiel a la República.
Al finalizar la contienda se exilió en Francia,[3] aunque años después regresó a España, donde fallecería en 1948.