Carlos Luis de Ribera y Fieve

Fueron sus padrinos bautismales los destituidos reyes Carlos IV y María Luisa.

En 1830, con su lienzo Vasco Núnez de Balboa, logró un primer premio de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde se instruyó, completando su formación como pensionado en Roma y París,[1]​ donde estudió con Paul Delaroche.

Cultivó el tema histórico con cuadros como Don Rodrigo Calderón camino del cadalso y La Toma de Granada por los Reyes Católicos; y también el religioso (La conversión de San Pablo, La Asunción de la Virgen).

Decoró el interior del Palacio de las Cortes (1850) y de la iglesia de San Francisco el Grande, destacando a su vez como fidelísimo retratista, propugnando una pictórica tardorromántica fundamentada en el dibujo, la contención de la forma y en criterios posclásicos franco-académicos y del purismo cortesano.

En este caso, en contraposición con Federico de Madrazo y Kuntz ante los devenires románticos (técnicamente, que no en los conceptos), además de la de Ingres destaca la influencia de su maestro Paul Delaroche, quien, como pintor romántico dentro del clasicismo, era un espectacular retratista con una calidad de dibujo increíble, con colores contrastados y contornos perfectamente silueteados, además de con un acabado técnico de pincelada que hace imperceptible los toques de pincel.

Familia de Don Gregorio López de Mollinedo (Colección particular, Madrid, 1854). Muestra de la influencia delarochesca en la pintura de Ribera, donde destacan las impresionantes calidades táctiles, la perfección dibujística, la fusión luz-color de inapreciable y milimétrica pincelada y la concepción cuasi fotográfica del conjunto.
Retrato de Alfonso XII con diecisiete años ( Banco de España , Madrid, 1874).