Había nacido en el reino de Buganda, en la parte sur de la moderna Uganda, y sirvió como paje en la corte del rey Mwanga II.
Por esa acción, Carlos Lwanga y otros 11 católicos fueron quemados vivos el 3 de junio.
Otro católico, Mbaga Tuzinde, fue golpeado hasta la muerte por negarse a renunciar al cristianismo, y su cuerpo fue arrojado al horno para ser quemado junto con Lwanga y sus 11 compañeros.
[4] Carlos Lwanga y sus 21 compañeros católicos fueron canonizados en 1964 por el papa Pablo VI.
Aunque los mártires anglicanos no fueron, lógicamente, canonizados, su martirio fue también reconocido por el papa.