A la muerte de este, ocurrida pocos meses después, Pereyra, que era diputado desde 1963, se transformó en el principal dirigente del sector.
Manos anónimas le enviaron vino envenenado a Pereyra, Luis Alberto Lacalle y Mario Heber.
Pereyra y Lacalle no llegaron a beber este vino, pero sí lo hizo la esposa de Heber, Cecilia Fontana, quien falleció.
Pereyra fue candidato presidencial por su sector en 1989 (acompañado por Uruguay Tourné) y en 1994 (en fórmula completada por Wilson Elso Goñi).
Fue en ambas oportunidades reelecto senador, así como en 1999, manteniendo la banca ininterrumpidamente desde el retorno a la democracia hasta el año 2005, en que se retiró.