Fue ministro de Relaciones Exteriores en dos períodos, durante el gobierno del general Óscar R. Benavides (1934-1936 y 1937-1939).
Preparó y presidió la VIII Conferencia Internacional Panamericana que se reunió en Lima en 1938.
Finalizado el Oncenio de Augusto B. Leguía, regresó al Perú y se consagró a su profesión de abogado, pero pronto los gobiernos que se sucedieron requirieron sus servicios en el área diplomática.
La representación peruana, presidida por el canciller Concha, estaba integrada por Diómedes Arias Schreiber, Gerardo Balbuena, Víctor Andrés Belaunde, José Luis Bustamante y Rivero, Carlos García Castañeta, Arturo García Salazar, Juan Bautista de Lavalle, Pedro M. de Oliveira, Manuel Prado Ugarteche, Alfredo Solf y Muro y Alberto Ulloa Sotomayor.
Poco después viajó a Estados Unidos para presentar al gobierno norteamericano los derechos del Perú en su litigio de límites con el Ecuador (1941).