Consejero togado del Cuerpo Jurídico Militar, llegó a ser director general de Seguridad en varias ocasiones y también presidente del Consejo de Estado.
En estos años también ocupó otros cargos de cierta importancia: auditor general del Ejército (1919);[6] delegado del gobierno para la represión del contrabando en las provincias de Almería, Cádiz, Granada y Málaga (1922); o fiscal togado del Consejo Supremo de Guerra y Marina (1924).
[9] Para el 10 de mayo se había previsto la celebración de un acto monárquico, evento que Blanco Pérez autorizó, aunque sin llegar a comunicárselo al ministro de la gobernación Miguel Maura.[10][11][n.
1] Durante el acto se produjeron diversos incidentes entre monárquicos y republicanos que acabarían desembocando en mayores disturbios al día siguiente, con la quema de conventos y edificios religiosos en Madrid, y —posteriormente— en otras ciudades españolas.
[13] Carlos Blanco se había hecho militante del partido Derecha Liberal Republicana (DLR) poco antes de que se proclamara la República.[8][14][n.