g. atribuyendo encanto, belleza, naturaleza, creatividad y fertilidad al individuo Charites (Χάριτες).
[8]: 3 Además, el dialecto griego koiné hablado en la Antigua Roma empleaba los términos carisma y charismata sin las connotaciones religiosas.
[9] La palabra «charisma» (χάρισμα), aunque es de origen griego, fue muy raramente utilizada en el lenguaje profano y su formación es tardía.
Por lo tanto para un griego era una palabra fácilmente comprensible que significaba en un sentido genérico una cosa dada gentilmente, un regalo y no se presentaba como u término técnico.
Se trata de un neologismo, con una construcción distinta a la sucedida en la lengua griega; donde al perderse el contexto lingüístico que le ha dado origen debe surgir un sentido técnico, diferenciado del lenguaje corriente, que no es percibido por todos y precisa de una explicación para su comprensión.
Los carismas indican en primer término los dones recibidos gratuitamente de Dios, la gracia divina; en segundo término, señalan las capacidades que estos dones ofrecen para el bien de la comunidad creyente.
[12] En el Antiguo Testamento se utiliza para indicar favor, benevolencia y raramente gracia, belleza, atractivo.
[13] En el Nuevo Testamento la palabra carisma es utilizada en 17 oportunidades, y en solo una ocasión fuera de las epístolas paulinas (1 P 4, 10).
Los carismas en los textos del Concilio Vaticano II se utilizan con tres grandes significados: a) los dones con que el Espíritu Santo organiza la Iglesia suscitando los servicios y funciones que la comunidad necesita; b) los caracteres sacramentales recibidos en el bautismo, confirmación y orden sagrado que definen la inserción en la comunidad eclesial y capacitan para sus funciones orgánicas fundamentales; c) los dones que suponen la elección de un estado de vida en respuesta a un llamado vocacional en el matrimonio y en el celibato y a los modos de configurarse las diversas formas de vida.
"La persona carismática es entonces sentida como única, diferente... por encima y más allá al mismo tiempo.
"[18] Filosóficamente, el carisma puede describirse como una forma específica de autoridad que se deriva del talento.
Aunque el carisma ha sido ampliamente discutido en sociología, psicología, política, ciencia, comunicación y otras disciplinas, es una construcción muy esquiva.
[4]En otras palabras, Weber indica que son los seguidores quienes atribuyen poderes al individuo, enfatizando que "el reconocimiento por parte de los sujetos a la autoridad" es decisivo para la vigencia del carisma.
[27] Pasaron más de 25 años hasta que este texto se tradujo al inglés.