La Luna está directamente iluminada por el Sol y debido a la variación cíclica de las condiciones de observación desde la Tierra ocurre lo que se conoce como fases lunares.
Las partes no iluminadas de la Luna pueden a veces estar débilmente iluminadas debido al brillo de la Tierra, que no es más que la luz solar que al reflejarse en la superficie de la Tierra se proyecta sobre la Luna.
La imagen de la Luna normalmente se muestra en los mapas con el norte en la parte superior y el oeste a la izquierda.
Sin embargo, los astrónomos normalmente giran el mapa colocando el sur en la parte superior de forma que se corresponda con la imagen vista en la mayoría de los telescopios, los cuales muestran la imagen invertida.
Pero cuando nosotros, desde la Tierra, vemos la Luna en el cielo la dirección este-oeste se invierte.