Captura fluvial

Se denomina captura fluvial a un fenómeno hidrográfico por el que la erosión producida por las aguas de un río puede abrir una brecha en el cauce de otro río, capturando sus aguas y dejándolo decapitado, sin caudal, aguas abajo del lugar de la captura, que recibe el nombre de codo de captura.

Son interesantes los casos del Alberche, el Júcar y el Ter en España, el Tuy en Venezuela, así como muchísimos ejemplos más en todos los continentes.

F. J. Monkhouse presenta una larga y excelente definición de este concepto:

Unos excelentes ejemplos de este tipo de captura, entre muchos otros, son los que nos ofrecen el río Meta (en el cartograma anexo y el río Apure, ambos ubicados en la cuenca del Orinoco, en la región de los Llanos colombo-venezolanos.

Y todas estas inundaciones tuvieron consecuencias muy serias en lo que se refiere a migraciones del cauce de diversos ríos, capturas fluviales, desbordamientos, y otras.

En este esquema, un río es capturado por otro que tiene mayor poder de incisión sobre la roca.
El río Meta y sus afluentes principales. Obsérvese como el Meta sólo tiene afluentes por la ribera izquierda mientras que la derecha, que es más elevada, impide el desarrollo de afluentes por ese lado. De hecho, ríos como el Vichada, el Tomo y otros, que primitivamente procedían de los Andes colombianos, quedaron decapitados al quedar cortado su curso alto por el Meta.