El capital natural constituye una forma de estimación del valor de un ecosistema, una alternativa a la visión más tradicional según la cual la naturaleza y la vida no humana constituyen recursos naturales pasivos sin producción propia.
Es una expresión utilizada fundamentalmente en análisis económicos destinados a tener en consideración los objetivos de un desarrollo sostenible.
Es un concepto ligado al de huella ecológica y ecoeficiencia.
Los estudios muestran que ciertos componentes del capital natural mundial decrecen desde hace varias décadas, algunos de manera alarmante.
[1][2] Estos recursos naturales pueden clasificarse en diferentes tipos, según su capacidad de regeneración y disponibilidad:[3][4][5]