Capilla funeraria

En particular, las iglesias o capillas donde están enterrados los santos o personalidades políticamente importantes, a veces también culturalmente, se llegan a conocer como iglesias funerarias.

Ya desde el Antiguo Egipto, se construían este tipo de capillas para este fin que se convertían en santuarios funerarios de un noble, rey o dios.

En la arquitectura paleocristiana existían los martyrium, aislados, que acogía los sepulcros de los mártires cristianos y durante la Edad Media, se generalizó que formaran parte de un edificio mayor para permitir oficiar simultáneamente el culto a los santos.

[1]​ Más adelante, en las iglesias cristianas, estas capillas auxiliares cultuales se desarrollarán primero en los ábsides y posteriormente en los laterales de los edificios para poder facilitar el culto privado, sobre todo a partir del barroco.

[1]​ La función principal de la capilla era rezar por la salvación de los difuntos, por lo que las familias nobles o la burguesía adinerada, encargaba a un sacerdote que oficiara aquí las misas por sus almas.

Capilla Real de Granada , fundada como capilla funeraria por los Reyes Católicos .
Grabado parietal de la capilla funeraria de Ramose en la necrópolis tebana , Egipto.
Interior de la capilla funeraria del Condestable en la catedral de Burgos , España.
En 1815, la familia Greffulhe construyó la primera capilla funeraria del cementerio de Père-Lachaise , París.