Capilla de Nuestra Señora de los Remedios (Madrid)

En este convento se la colocó en primer lugar en una capilla en el presbiterio, de pequeñas dimensiones.

Desde entonces la fama y devoción a la imagen crecería enormemente.

Entre sus devotos se encontraba el propio monarca Felipe III o la beata Mariana de Jesús.

Siguiendo a Ponz en su Viage de España, la capilla se encontraba presidida por un óleo de Lucas Jordán representando el Nacimiento de Cristo y su bóveda decorada por frescos del pintor portugués Manuel de Castro.

Además, señaló Ponz que su sacristía contaba con una bóveda pintada por Eugenio Cajés representando escenas de la Vida de la Virgen, algunos doctores de la Iglesia y los cuatro evangelistas.

La Virgen de los Remedios, como se encontraba en la capilla, en un óleo de Pedro Ruiz González de principios de la década de 1670.