Los restos fueron parcialmente desenterrados por el arqueólogo austriaco Felix von Luschan durante sus excavaciones en Zincirli, al norte del área, en 1890.
No está claro si los artesanos simplemente dejaron de trabajar o si fueron transportados a la capital asiria.
Entre los 300 objetos desenterrados, se encuentran esfinges, leones, carruajes, dioses, etc.[4][1] Hay varios tipos básicos de esculturas en el sitio.
En la cantera, se rompían grandes bloques de basalto rojo golpeando las grietas que tuvieran con martillo y cincel.
A esto le seguía el tallado fino y el pulido de la pieza resultante.
[5] Los detalles finales no se realizaban por norma general en el taller, sino en el lugar de destino.