Desde una altura de unos 460 m, mirando al norte, vieron abiertas las aguas tan lejos como su vista podía alcanzar: habían encontrado el canal de Kennedy abierto, una condición que se da nueve de cada diez años, y que ellos supusieron llevaba directo al esperado mar polar abierto («Open Polar Sea»).
No está totalmente claro, sin embargo, en qué Kennedy pensaba cuando nombró este canal.
Otra de las primeras expediciones que navegaron por sus aguas fue otra expedición estadounidense, la del Polaris dirigida por Charles Francis Hall y con la misión de llegar al Polo Norte.
La tripulación, de 25 hombres, incluía al capitán Budington, a George Tyson como navegante, y al doctor Emil Bessels, un médico y naturalista alemán, como jefe del personal científico.
Fue una expedición desgraciada, ya que no consiguieron llegar ni al océano ártico y además, el propio Hall murió misteriosamente.