Su comanmdante fue Philip Schmitt Breendock es un fuerte militar situado en la antigua carretera que unía Bruselas con Amberes.
Estas habitaciones carecían de calefacción y en algunas ocasiones se permitía la colocación de una estufa aunque lo habitual era que los prisioneros durmiesen pegados unos a otros para no perder el calor corporal; este hecho atraía a las chinches y cucarachas que se pegaban a sus ropas.
A estos últimos se les ejecutó tras un juicio sumarísimo en que la condena era sabida de antemano.
El trabajo esclavizado e inhumano consistía en extraer la arena del foso que rodeaba la fortaleza de Breendonk y trasportarla en carretillas a otro lado en donde se utilizaba para construir un segundo muro que rodease el campo a fin de evitar tanto fugas de prisioneros como miradas indiscretas desde el exterior.
Destaca el prisionero judío Walter Obler, kapo del dormitorio número 1, que colaboró con los guardias nazis y llegó a ser el hombre de confianza del S.S.
Este renegado y durante su estancia en Breendonk mató personalmente a un total de 10 prisioneros.
Las celdas pequeñas eran para meter a prisioneros castigados que debían permanecer de pie durante días al no poder ni agacharse debido al tamaño de las mismas; las celdas mayores se utilizaron para torturas directas.