Con el nuevo cetro obtenido por el Herediano se ratificó la supremacía que ejercían hasta ese entonces los antagónicos rivales, Heredia y La Libertad, ya que entre los dos equipos se llevaron ocho de los diez campeonatos jugados.
[2] La competición constó de un grupo único integrado por seis clubes.
La clasificación final se estableció con arreglo a los puntos obtenidos por los equipos en cada enfrentamiento, a razón de dos por partido ganado, uno por empatado y ninguno en caso de derrota.
Orión y Corsarios fueron los debutantes en la máxima categoría, mientras que Progreso se retiró con el campeonato en marcha, pero sus registros no fueron contabilizados.
Al finalizar el campeonato, heredianos y gimnásticos quedaron igualados en cantidad de puntos (14) lo que obligó a disputar un partido extra para decidir quien sería el campeón nacional, juego que a la postre se convertiría en la primera final de un campeonato nacional.