Campaña aérea de la Guerra del Golfo

[4]​ La campaña aérea fue comandada por el teniente general de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos Chuck Horner, quien sirvió brevemente como Comandante en Jefe Avanzado del Mando Central de los Estados Unidos mientras el general Norman Schwarzkopf todavía estaba en los Estados Unidos.

Los ataques iniciales estaban compuestos por misiles de crucero Tomahawk lanzados desde buques de guerra situados en el Golfo Pérsico,[6]​ aviones de ataque furtivos F-117A Nighthawk armados con bombas inteligentes guiadas por láser,[6]​ y aviones F-4G Wild Weasel armados con misiles antirradar HARM para supresión de defensas aéreas enemigas.

[7]​ Estos primeros ataques permitieron a los cazabombarderos F-14, F-15, F-15E, F-16, y F/A-18 lograr la superioridad aérea sobre el país y entonces continuar el lanzamiento de bombas guiadas por láser y por televisión.

Los aviones de ataque A-10 Thunderbolt II, armados con potentes cañones automáticos y misiles aire-superficie Maverick, bombardearon y destruyeron las fuerzas blindadas iraquíes,[6]​ apoyando el avance de las tropas terrestres de Estados Unidos.

Los helicópteros de ataque AH-64 Apache y AH-1 Cobra dispararon misiles Hellfire y TOW que eran guiados hacia los tanques marcados por observadores en tierra o helicópteros de reconocimiento.