Consta de 60 capítulos sin título y está situada en una de las series o trilogías del autor llamada La vida fantástica, en la que se incluía además: Aventuras, inventos y mixtificaciones de Silvestre Paradox y Paradox rey.
[1] Es una muestra de la sociedad española de principios del siglo XX, retrata elementos sociológicos, como la pobreza, tanto económica como cultural, la barbarie y el descontento popular.
[2] El protagonista, Fernando Ossorio, estudiante de medicina y aficionado a la pintura, es un joven confuso y con el alma atormentada,[1] debido a un fuerte existencialismo, ya que sus experiencias siempre han estado ligadas a la muerte.
Siguiendo con esta actitud antirreligiosa, en Madrid, estando con Laura (su tía) se propone besarla y acariciarla en el interior de la iglesia de San Andrés, Laura se escandaliza y le señala la presencia de un Cristo.
Fernando por la noche tiene una alucinación y empieza a ver a un Cristo que lo miraba: “No era un Cristo vivo de carne, ni una imagen de Cristo; era un Cristo momia (…), que parecía haber resucitado de entre los muertos, con carne, huesos y cabellos prestados".