Suele encontrarse en profundidades cercanas a los doscientos metros de ciertas costas del mediterráneo.
Su consumo debe estar unido a la calidad del agua donde se ha criado, con el objeto de no favorecer toxinas en su interior.
[3] Si es capturada en zonas con aguas de baja calidad, la Callista chione las acapara en su cuerpo, y éstas no se eliminan mediante una simple cocción.
Valva derecha e izquierda del mismo animal: Culinarios en muchas gastronomías, por ejemplo en Málaga o Ceuta se sirve cruda como tapa (al natural), o con cilantro y lima.
En España es fácil encontrarlas en latas de conserva como "concha fina" elaboradas por Ubago en Marruecos.