En ella tuvieron casa la Academia Española y la de Ciencias.
El historiador Fernández de los Ríos relataba que su origen legendario se remonta al tiempo en que se la conocía como calle de las Victorias.
[1] Vivían en ella dos hermanas así llamadas por ser nietas de Juan de la Victoria Bracamonte; y ocurrió que estando rondándolas el omnipresente Casanova del barrio, es decir Jacobo de Grattis (luego conocido como Caballero de Gracia), fue asaltado por dos embozados, derribado y humillado con estas palabras: "Avergonzáos, pues habéis de saber que os han vencido las Victorias" (pues resultó que los embozados eran las susodichas hermanas).
Pasada la calle de la Puebla estuvo el oratorio del Espíritu Santo desde 1676, en cuyo entorno pusieron a principios del siglo XX los agustinos colegio e iglesia.
[4] En su perfil menos escolástico, la calle de Valverde tuvo su rincón libertino en el desaparecido café Habanero, "donde se vivían las noches más locas del barrio", algunos sex shops y discotecas como el Club Yasta.