Sin embargo es una calle estrecha e irregular, que no es recta, sino que traza una ligera curvatura, y apenas permite el paso de un carril.
Actualmente es una calle muy conocida por sus restaurantes y bares, pero su valor histórico y artístico se basa en ser el centro de concentración del poder de la ciudad al menos en sus momentos más destacados.
Muchos de esos palacios fueron reformados posteriormente o cayeron bajo la piqueta.
[9] Además los palacios más cercanos a la plaza del Tossal mantienen importantes restos de la vieja muralla árabe.
Algunos de los caserones conservan su uso residencial, pero otros han sido dedicados a su uso por instituciones públicas, museos y distintos organismos.