En Estados Unidos, el término californio se utiliza para referirse a los descendentes directos de los colonos españoles y mexicanos de los siglos XVII al XIX en la actual California; estos ya no forman un grupo social diferenciado, sino que fueron absorbidos o bien por la población angloparlante, o bien por los inmigrantes mexicanos posteriores.
Entre los californios estaban los descendientes de colonos agrícolas y sus acompañantes en México.
La mayoría eran de orígenes mixtos, por lo general mestizos (españoles y nativos americanos).
El criterio importante era si se trataba de "gente de razón", término utilizado para distinguir a los pueblos que eran culturalmente hispanos (no vivían en las comunidades indígenas tradicionales y habían adoptado el catolicismo).
El gobernador Pío Pico era descendiente de colonos y tenía ascendencia africana, indígena, española e italiana.
Los californios del sur firmaron el Tratado de Cahuenga, poniendo fin a las hostilidades en la región.
Esta tierra fue repartida a los colonos estadounidenses bajo la Ley Homestead de 1862.
El Tratado protegía asimismo el derecho a la educación de los californios y sus descendientes.
Otros descendientes arguyen que bajo el periodo californio existió una sociedad sin tensiones étnicas entre mexicanos, indios, mestizos e inmigrantes de EE.
Desde este punto de vista se consideran una agresión a su tierra, sus negocios y su sociedad, alumbrada bajo los ideales norteamericanos del Destino Manifiesto.
La novela Ramona (1884), escrita por Helen Hunt Jackson ofrece también un buen retrato de la cultura california.